15/08/201705:00:32

Tecnos vs dinos

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Durante la XI asamblea nacional del PRI, allá por octubre de 1981, la familia revolucionaria se descompuso de tal manera que los efectos de esa sucesión presidencial a 36 años se sintieron el pasado 12 de agosto en el Palacio de los Deportes de la Ciudad de México.
Las dos corrientes surgidas del sistema político mexicano, particularmente de las entrañas del partido en el poder, volvieron a encontrarse en situaciones muy parecidas, pero con actores diferentes: Tecnócratas y Políticos.

Hace 36 años a la vieja usanza Miguel de la Madrid Hurtado le ganaba la sucesión presidencial a dos de los representantes de la vieja clase política del sistema: Jorge de la Vega Domínguez y Javier García Paniagua, también aspirantes al cargo, provocando la renuncia de este último a la presidencia del Comité Ejecutivo Nacional del tricolor.

Después de las crisis económicas de la década de los 80’s se abrieron paso en todas las estructuras de poder los llamados tecnócratas, desplazando a los antiguos dirigentes políticos del PRI, bajo la idea que los nacionalistas en el poder habían tocado fondo y no podrían enfrentar los desafíos que representaban los problemas financieros del país.
Aunque pareciera increíble y pese a la alternancia política del año dos mil, durante estos 36 años los tecnócratas han defendido las políticas económicas neoliberales, anulando la intervención del Estado en la economía.
Pero también durante la era de los tecnócratas se ha registrado la ruptura más importante del PRI en toda su historia, desde la democratización de Cuauhtémoc Cárdenas en 1982 hasta la aparición del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), que con un PRI agotado en su discurso nacionalista parece retomar la bandera de esa sepultada idea partidista.
El pasado 12 de agosto, pues, la reminiscencia partidista de un sistema político presidencialista volvió a la carga.
De la “Colina del Perro” a las reformas estructurales no hay mucha diferencia, ambos escenarios dejaron un panorama “gris” al pueblo mexicano.
En el entendido que la designación del candidato presidencial de este partido saldrá de cuatro paredes y de la decisión de un solo hombre, la asamblea nacional del tricolor nos pone la piel de gallina. ¿Decidirá por un tecnócrata o un político?
A final de cuentas para los más de 110 millones de mexicanos, la decisión representará un volado una vez más.

KYBALIÓN.-
El pasado fin de semana tuve a bien dialogar con la diputada local Patricia Hernández Calderón, coincidiendo uno de sus recorridos por el Sexto Distrito Electoral federal (antes Cuarto Distrito) con una visita familiar.
Lo que más me impactó de “Paty Calderón”, como es conocida en el terreno electoral, no fue sin embargo el trabajo intenso que mantiene a ras de suelo en esas secciones electorales y que la ponen en el camino de una postulación a una curul federal de manera natural.
La legisladora local tiene bien puestos los pies en el suelo.
“Más que ser postulada candidata a un cargo de elección popular, lo que hay que mantener firme es el sentido de lealtad a un proyecto, no a un deseo. Estos pocos días que faltan para la gran decisión serán determinantes para las definiciones políticas, y en mí no está ser motivo de división. Todo lo que yo hago tiene un nombre: Nueva Izquierda y José Antonio de la Vega Asmitia”.
Las definiciones iniciaron. 2018 está a la vuelta de la esquina.