09/11/201705:00:06

Núñez, el V Informe sin despedida

09/11/201705:00:06

Está a tres días de V Informe de Gobierno, a 13 meses y medio de concluir su sexenio y le quedarán pendientes un par de años para cumplir sus bodas de oro de 50 años en la vida pública del país y de Tabasco.
Postergar cumplir etapas de su vida política, ha sido una recurrente en la trayectoria de Arturo Ñúñez Jiménez, en ocasiones por decisión propia, otras por invitaciones indeclinables de los hombres del poder en el país.
Así fue en 1993 cuando la candidatura al gobierno del estado estaba a la vista. Pero todos los caminos consultados por el Presidente Carlos Salinas de Gortari condujeron a que él era el más indicado para asumir la dirección del IFE, había participado en la formación del órgano electoral y tenía el consenso de todos los partidos políticos. Tabasco y la Quinta Grijalva debían esperar.
Después de la impugnada elección de 1988 por el Frente Democrático Nacional que postuló a Cuauhtémoc Cárdenas, Salinas de Gortari lo designó como árbitro para sacar adelante los comicios presidenciales.
Calificado en su momento por el entonces presidente nacional priista Jorge de la Vega Domínguez del que fue colaborador, como el moderno Jesús Reyes Heroles por su capacidad intelectual, en el 2000 declinó irse a la oposición y ganar seguramente la gubernatura, porque la quería, pero con los colores del PRI.
Por ello cuando a Arturo Núñez le preguntan
-¿Por qué te fuiste del PRI?, él contesta
-“Porque quería ser gobernador de Tabasco”
En el 2000 rechazó la candidatura a una senaduría por participar en la campaña de Francisco Labastida y tener seguro un lugar en el gabinete presidencial. La derrota histórica del sinaloense, la primera en 80 años del PRI, le anuló ambas posibilidades y le destinó lo que el ex subsecretario de Gobernación llamó su “sexenio sabático”.
Finalmente en el 2012 llegó a la Quinta Grijalva y ahora en la recta final de su sexenio declinó invitaciones para ser candidato a senador, porque quiere terminar su mandato, “porque aún hay cuentas que entregar en el 2018”, porque quiere que le vaya bien a Tabasco para que le vaya bien a su partido, el PRD, el que le cumplió su sueño de ser gobernador de su estado.
Por ello esperará concluir su periodo para alcanzar sus bodas de oro en la vida pública nacional y estatal, que suma 48 años de exitosa trayectoria.
Su experiencia y capacidad política lo llevó a ser líder de la Cámara de Diputados Federal sin que el PRI tuviera la mayoría y haberse venido de candidato al gobierno de Tabasco, siendo vice coordinador del Senado, con el reconocimiento de todas las fracciones partidistas en la cámara alta.
Por ello, no sorprende que su convivencia con la pluralidad política le haya ejercido en Tabasco por convicción institucional, más allá del respeto al estado de derecho, al gobernar sin distingos a los 17 municipios del estado, 10 perredistas y siete priistas en el primer trienio y ahora con la presencia de cinco partidos (PRD 9, PRI 4, PVEM 2, PAN 1, Morena 1).
Después de muchos sexenios, el gobernador de Tabasco volvió a realizar sus recorridos por los 17 municipios acompañado por sus alcaldes.
Mientras tanto las prioridades de su agenda le marcan combatir la inseguridad y con las obras, programas sociales, atención a las demandas contribuir a la gobernabilidad de un estado que puede desbordarse pues con la debacle petrolera Tabasco duplica el promedio nacional de desempleo.
Lo anterior en el marco de un año electoral en el que partidos de oposición y en el poder disputarán la gubernatura.
La historia dice que Arturo Núñez y su partido llevan tres triunfos consecuenticos: la gubernatura en el 2012, la mayoría de las alcaldías y la primera mayoría en el Congreso; en el 2015 repetir ventaja en alcaldías y curules en la Cámara de diputados local y en el 2016 la elección extraordinaria a la alcaldía de Centro.
Como todo elección, la intermedia del 2015 fue también una evaluación del gobierno nuñizta, igual a la que tuvo Manuel Andrade cuando se fue de boca en la mañana de la jornada electoral al presumir por adelantado que sería una evaluación de su gobierno y a las seis de la tarde se confirmaba lo que trascendió a las 13 horas: la pérdida de la mayoría de las alcaldías. Palo al cliente.
Pero en el caso de Arturo Núñez van tres de tres comicios positivos. La del 2018 será la cuarta y más importante, la evaluación final de su gobierno y del PRD que a decir del mandatario tiene “tela de donde contar” para escoger un candidato y “competir con éxito por la gubernatura”.
Regresada por la Sala Regional de Xalapa del Tribunal Federal Electoral al Tribunal Estatal la impugnación al cambio de directiva estatal en el PRD por el ex dirigente Candelario Pérez y Juan Manuel Fócil, quedó registrada una lección más en el tropico de que no se debe confundir prudencia con vacío de poder. Fue un simple juego del gato y el ratón, por meterse a pelotear en las grandes ligas

TIEMPO FUERA.- Como era de esperarse, ahora le tocarán los jaloneos a Morena, reales o armados, por fuego amigo o externo a ese partido.