Niño se libra de ser devorado por cocodrilo

Hilario Paredez
23/05/201701:00:47

Un niño de unos 13 años de edad, que logró escapar de las fauces de un cocodrilo “moreletti” luego de que lo atrapara por la pierna izquierda permanecerá internado más de una semana para vigilar estrictamente la herida, ya que una mordedura del reptil es sumamente infecciosa. Los sangrientos hechos ocurrieron este sábado, poco después […]

Un niño de unos 13 años de edad, que logró escapar de las fauces de un cocodrilo “moreletti” luego de que lo atrapara por la pierna izquierda permanecerá internado más de una semana para vigilar estrictamente la herida, ya que una mordedura del reptil es sumamente infecciosa.
Los sangrientos hechos ocurrieron este sábado, poco después del mediodía, cuando, el menor, Alejandro R. M, estaba a orillas del río Usumacinta realizando actividades propias de su comunidad, que se dedica propiamente a la pesca y la agricultura.
Según los datos aportados por la policía municipal, el infante, ingresó herido a la sala de urgencias a eso de las 13:00 horas del día sábado, procedente de la ranchería Missicab, ubicada a unos 25 kilómetros al norte de la cabecera municipal.
A simple vista podían contarse los orificios provocados por los colmillos del feroz animal que se le fue encima con la intención de jalarlo hacia el agua; pero, la rapidez del pequeño, le hizo la contraparte zafándose milagrosamente de una eminente tragedia.
Fueron los padres del menor, quienes ayudaron al pequeño a salir de las fauces del “colmilludo” animal, quien se escondía entre la maleza y el agua.

El segundo en el mes de mayo
Con este, son dos ataques que ocurren en el municipio de Balancán en tan solo once días de diferencia. El primero ocurrió la víspera del día de las madres (09 de mayo), cuando Josué de la Cruz, de 45 años de edad, se metió a un jagüey para pescar. Ahí, un enorme reptil, cocodrilo, lo capturó de frente con las mandíbulas, de la parte del pecho y lo sumergió hasta ahogarlo en las aguas poco profundas.
Esta eventualidad mortal, organizó a un grupo de personas para su búsqueda dentro de la poza y posteriormente la captura de un ejemplar que se decía pudo haber sido el verdugo del hombre que trabajaba en el Sistema de Agua y Saneamiento (SAS) de Balancán.
La familia consternada por estos hechos que puso en “cacería” a pescadores, dijo que no estaba de acuerdo con la captura del cocodrilo que había matado al ex integrante de su casta.
Este nuevo ataque a personas, vuelve a revivir la incógnita de qué puede hacerse para mantener un control en el crecimiento de cocodrilos en la municipalidad.