El América del “Piojo” consuma fracaso en Copa

Agencias
16/11/201710:58:33

En el América si no hay título, hay fracaso. Y Miguel Herrera lo sabe.

No importa que haya sido en serie de penaltis; no importa que la cancha haya estado en pésimas condiciones. El marcador final es frío y contundente 3-0.
Monterrey a la final de la Copa MX, y América a casa. Fracasado.
Pero se veía venir. Porque desde hace tiempo las Águilas son juegan bien, más allá de las ausencias obligadas por la Fecha FIFA, el Piojo debe de estar consciente de que su equipo se ha venido apara abajo, que en la Liga el arranque lo ha sostenido en los primeros lugares, pero en la Copa, a eliminación directa no, se le acabó la suerte, que además se le volteó.
El juego se fue hasta la agonía en cero, pero con suficientes merecimientos realizados por los Rayados para marcar, como esa acción en la agonía del juego, ese penalti que Guido Rodríguez cometió pero que Dorlan Pabón falló, para agrandar el trébol de cuatro hojas americanista.
Trébol que se deshojó al final…Y todo terminó en fracaso. Fracaso Águila.
Mereció ganar los Rayados en los 90 minutos, porque aunque también tenía gente fuera, por convocatorias de selección y lesiones, su arsenal es superior al del América.
Monterrey tocó varias ocasiones a la portería protegida por Oscar Jiménez, sustituto de Agustín Marchesín, que respondió de buena forma en todo momento, hasta que la muralla cayó.
Tiros al poste, buenas atajadas, dejaron el América con vida, vida que se le escapaba a los 87’. Ahí el destino habló.
Vino un desborde el chamaco González quien le puso la pelota servida a Funes Mori para fusilar. Antes de que el argentino contactara el balón, su compatriota Guido Rodríguez lo derribó. Claro penalti. Pabón, después de dos minutos de reclamos de los americanistas, tiró al bulto, justo a donde Jiménez se lanzó.
El juego terminó y se decidiría en serie de penaltis.
La zona del punto de cal en el área estaba más que afectada. Quizá por eso Pabón primero y Domínguez después volaron su disparo. Todo seguía igual, aunque el central Óscar Macías amenazaba con cambiar de área la serie por el mal estado del césped.
Vinieron los siguientes disparos. Funes Mori fusiló a Jiménez por Rayados, pero Alejandro Díaz lo voló también. Y otra vez los americanistas se quejaban del pasto.
Vagnioni hizo el gol, pero la joven esperanza Diego Lainez lo estrelló en Carrizo.
Todo se decidía en el último tiro. El zaguero Nicolás Sánchez se puso de frente al balón. No dio pistas de nada. Enfiló ante el indefenso portero que en vez de aguantar se venció a su izquierda… El balón entró por la derecha.